Una isla para enamorarse
La isla de Gran Canaria, declarada "Reserva Mundial de la Biosfera" por la UNESCO, ofrece el plan inmejorable para unas vacaciones: sol, montaña, playas, diversión, cultura, los mejores campos de golf, parques infantiles y un largo etcétera, todo ello rodeado de una variedad paisajística única en el mundo. ¿Qué más se puede pedir?
Gran Canaria es conocida como “Continente en Miniatura”, y es que en esta preciosa Isla se produce un prodigio de la naturaleza: el de reproducir, en sus 1.530 Km2, toda clase de paisajes, con una vegetación europea, americana y africana. Todo ello ha justificado con creces que recientemente y a propuesta del Excmo. Cabildo de Gran Canaria, una gran parte de su territorio grancanario haya sido declarado Reserva Mundial de la Biosfera por la UNESCO. Los 18.000 habitantes del espacio geográfico isleño incluido en esta reserva, que abarca seis núcleos de población, bien se merecen esta distinción.
Su mérito ha sido grande: el de saber conservar dicho espacio de la Isla, como si la mano humana prácticamente no hubiera pasado por ella.
El clima de su capital, está catalogado como “el mejor del mundo”, según estudios realizados por el prestigioso profesor Thomas Michael Whitmore, de la Universidad de Siracusa. Gran Canaria, está situada más o menos a la misma latitud que Cuba y otras islas Antillas, la Isla tiene una temperatura media que rara vez baja de los 20 grados, rondando las máximas, los 25º.
Pasear por las calles comerciales, tomar una copa bajo el cielo estrellado o disfrutar de los deportes al aire libre, siempre es posible, gracias a este clima extraordinario y maravilloso.
El espíritu alegre y vanguardista de la Isla, hace el resto, para que Gran Canaria, sea el lugar ideal de unas vacaciones de ensueño. Las mejores y más modernas plazas hoteleras, una amplia agenda cultural, parques acuáticos y temáticos, centros comerciales, locales de ocio nocturno, inmejorables Centros de Congresos y Convenciones, una amplia variedad de restaurantes de diversas especialidades, predominando la gastronomía típica de la Isla. Unido esto, y un sinfín de ofertas para llenar el tiempo libre, avalan el prestigio logrado por la Isla, dentro del marco turístico internacional. Sin olvidar el especial carácter hospitalario grancanario, que siempre acoge al visitante, con sus mejores galas.
Un espectacular escaparate paisajístico
En el centro de la Isla, el Pico de las Nieves, de 1.949 metros de altitud, invita a disfrutar de la preciosa vista que se vislumbra desde su cumbre. La bellísima estampa que forma el paisaje natural de origen volcánico, y los espesos bosques de pino canario, brilla de forma especial, rodeada de 236 km. de paradisíacas playas de arena limpia y dorada y unos acantilados de insuperable belleza. Nada mejor que un paseo a píe, por los caminos reales para adentrarse en todos los secretos de la Isla. Con su inmensa Caldera de Tejeda, que domina la parte central de la Isla y que despliega una red de aguas pluviales que recorren los barrancos hasta la zona de las presas: Presa de Las Niñas, Presa de Soria, Presa de Sorrueda, Presa de Ayagaures, entre otras.
El complejo relieve de la Isla, forma los diversos microclimas que posibilitan la existencia de los distintos hábitats.
En el suroeste, zona que ha mantenido casi intacta su naturaleza original. En cambio, en las zonas de baja latitud, el paisaje cambia a un ambiente árido, con los cardones y tabaibas como protagonistas. Los fondos de los barrancos y los valles dejan espacio, a su vez, a las palmeras canarias (Phoenix Canariensis) y otras formaciones de carácter azonal, como son los tarahales y los sauzales.
Tradición y alegría, protagonistas de la capital
Capital Atlántica, puerto histórico y una tradición de más de medio milenio como ciudad cosmopolita y puente entre culturas. Su capital, Las Palmas de Gran Canaria, se muestra como un escenario de película, recreado entre Europa y América. Sus casi 400.000 habitantes, invitan a disfrutar de un extenso y variado calendario de espectáculos y diversiones, una excelente gastronomía autóctona e internacional, bellos monumentos y un extensísimo calendario festivo.
La ciudad está rodeada de playas:
La Playa de las Canteras, considerada por los grancanarios y foráneos de un regalo de la Naturaleza, sus limpias, transparentes y tranquilas aguas y su arena dorada, esperan orgullosas a los visitantes. El oleaje se calma, tranquilo, al tropezar con “La Barra”, un brazo de lava que desde La Isleta corrió hacia la mar, donde se solidificó, convirtiendo parte de la playa en una piscina natural.
Las Alcaravaneras, también dentro de la ciudad, de arena dorada y aguas tranquilas, ofreciendo una espléndida vista de la zona portuaria, con la entrada y salida de naves de las más variadas nacionalidades.
La Laja, a la salida de la capital hacia el sur, de arena negra y de aguas algo más agitadas. Estas maravillas naturales, completan una de las zonas de ocio de más arraigo entre sus habitantes.
Cerca de la Playa de las Canteras, se alza el Parque de Santa Catalina y su entorno, barrio consolidado a finales del siglo XIX, que hoy se encuentra unido peatonalmente al tradicional Muelle de Santa Catalina, actual estación marítima de cruceros. También se encuentra el Museo de la Ciencia y la Tecnología, así como una estación de guaguas que trasladan a los viajeros a cualquier punto del interior de la Isla.
Un recorrido por la ciudad en la “Guagua Turística”, que sale del parque antes citado, nos ofrecerá una espléndida panorámica difícil de olvidar.
El paseo por las calles empedradas de su histórico barrio de Vegueta-Triana, que durante cuatrocientos años constituyó el corazón de la capital, traslada al visitante a las ciudades coloniales latinoamericanas, con preciosas casas señoriales de bellos balcones de tea.
Muchos son los monumentos a visitar en la zona denominada de Vegueta: La Catedral de Santa Ana, de interior gótico y exterior neoclásico, con su Patio de los Naranjos, el Museo Canario, la Casa de Colón, hoy Museo Colombino, ya que, el Almirante de la Mar Océana, Cristóbal Colón, recaló en nuestra Isla, en tres, de los cuatro viajes que realizó al Nuevo Mundo, por lo que Gran Canaria se denomina Isla Colombina, visita obligada para los forasteros. Este entorno de Vegueta-Triana, está siendo objeto de un plan de peatonalización, acorde con su historia. La relevante calle de Triana, una vía comercial clásica, con un gran valor simbólico y sentimental para los propios isleños, que sirve de unión con el barrio de Vegueta, en una acción integrada en el barranco que hoy las separa y que antaño las unía, con los tradicionales puentes de Piedra y de Palo, denominado de Guiniguada, alberga también el remozado Teatro Pérez Galdós como pieza maestra de un conjunto expuesto como fachada marítima de la ciudad.
También todos los domingos del año, entre las 11:30 y 13:30 horas del medio día se celebran exhibiciones de danzas y canciones típicas en el Pueblo Canario, donde se pueden admirar los artísticos trajes típicos de Gran Canaria, diseñados por el popular Néstor Martín Fernández de la Torre. En este mismo lugar, se encuentra el Museo Néstor, donde se pueden admirar pinturas inéditas, como los Poemas del Mar y la Tierra. En este lugar se halla una tienda de artesanía autóctona, denominada Fataga y que lleva atendiendo al público durante más de 50 años.
También, y con media década de existencia, se encuentra el tradicional Bodegón del Pueblo Canario, abierto ininterrumpidamente desde las 11:00 a las 24:00 horas, todos los días de la semana, un lugar ideal para disfrutar de las tardes/noches grancanarias, donde se puede degustar una excelente gastronomía, que no es para perdérsela. Una comida, una merienda o una cena al aire libre en una terraza incomparable típica de grancanaria, y un esmerado servicio, deleitándose con las exclusivas “papas arrugadas con mojo”, unas “carajadas”, un “conejo en salmorejo”, unas “viejas sancochadas”, ó un excelente y típico “queso tierno” típico de San Mateo o de “flor” típico de Santa Mª de Guía, o un postre de “huevos moles” ó un “bienmesabe” típico de Tejeda, todo esto regado con unos caldos de la tierra de Gran Canaria, será la mejor despedida de unas vacaciones, que nunca se olvidarán y siempre se querrán repetir.
Junto a este emblemático Pueblo Canario, se halla el Hotel Santa Catalina, Hotel de estilo colonial inglés construido en el año 1890, y totalmente renovado en los años 1998 y 2005. Está declarado MONUMENTO HISTORICO ARTÍSTICO. Su ubicación, en el centro de un parque subtropical frente al puerto deportivo y a mitad de camino tanto del centro histórico como del centro comercial, hace de él, un espacio sin igual en que sus huéspedes sienten realmente el Glamour de un pasado reciente, combinado con las más altas tecnologías de su tiempo actual. Entre sus instalaciones cuenta un SPA Center de más de 2.800 m2, con piscina interior, exterior, Jacuzzis, baños Turcos... Todo tipo de programas de belleza y relax, y además, Bussines Center con salones de 4 a 1500 PAX. Casino en el propio hotel, parking, 3 Restaurantes, 2 Bares y a pocos Km. Golf: "El Cortijo Club de Campo", de 18 hoyos, par 72. rodeado de unos bellísimos jardines, elParque Doramas, que encantara al visitante.